Querido diario:
Hoy he tomado consciencia de que, añadidos a los otros problemas cognitivos como la dificultad para leer más de un par de párrafos o realizar operaciones matemáticas sencillas, tengo que sumar problemas de memoria.
No sé, quizá sea herencia de ese medio alzheimer que siempre ha parecido tener mi padre, o quizá sea cosa de la inflamación, o de la depresión, ¡o qué sé yo!
Han sido pequeñas cosas. Olvidos al tomar las medicaciones, con lo estricto que he sido siempre con los horarios. Mi hermana diciéndome varias veces «eso ya me lo has contado» con cierto cansancio. El confirmar que algunas cosas no fueron como las recordaba, cuando hasta ahora siempre recordaba montones de detalles en los que no se había fijado nadie. También olvidar dónde he puesto cosas, ir a hacer algo que se esfumaba de mi mente al instante, salir de casa sin llaves… ya te digo, no son grandes cosas, pero unas sumadas a otras solo dejan una conclusión: estoy teniendo problemas con mi memoria.
Pasa como con lo otro, menos mal que el punto de partida era alto, porque si no, lo mismo estaba perdido yo mismo. Si no hubiese sido de los que leen un libro por semana, a lo mejor no podría leer ahora ni dos párrafos. Si no hubiese sido porque siempre me han gustado las matemáticas, a lo mejor ahora no podría ni sumar dos números aunque sea incapaz de multiplicarlos…
Siempre he tenido buena memoria, así que espero que los problemas se queden en esas «pequeñeces» y no vayan a más, pero por si acaso te escribo, ¿no? Así puedo asegurarme de tener un registro de lo que ocurre.