- f. Parte de la ética que trata de los deberes, especialmente de los que rigen una actividad profesional.
- f. Conjunto de deberes relacionados con el ejercicio de una determinada profesión.
Recientemente nos hemos topado con noticias que tal vez no llamen mucho la atención de primeras, pero para los que estamos en el “mundillo del metal” (que diría Bonilla) creo que sí lo son. Hemos visto como compañeros tecnólogos se han revelado en las grandes empresas: en Google, en Amazon y ahora en Microsoft; para presionarlas y que dejen de hacer cosas que no les parecen éticas.
La ética es un tema muy subjetivo. He tenido la suerte de poder estudiarla desde pequeñito, lo que me ha hecho tener la creencia de que no se debe juzgar a nadie sin estar en su pellejo. Puedes ser crítico, puedes opinar distinto, incluso puedes ser radical y oponerte de manera activa a lo que sea, pero no hay una distinción absoluta entre el bien y el mal y por lo tanto las circunstancias de cada uno van a afectar mucho a su toma de decisiones.
Supongo que muchos hemos vivido algún caso en el que se nos planteaba una cuestión ética, que normalmente pasa por “hacer lo que me mandan o hacer lo que está bien”.
Mi caso (más grave) ya lo conté en Twitter hace unos meses, a raíz del “amago” (que me alegro enormemente de que finalmente no se materializase) de extradición de Falciani:
En ese twit de antes ya os he dicho lo que opino de lo de Falcani, pero voy a contaros una historia personal, para que veais que (como diría @fanetin) esto pasa "todos los días, en todos lados". ?https://t.co/Q6z43rgDDh
— Javi López G. ?? (@JaviLopezG) April 5, 2018
En resumen, me pidieron que ocultase unos datos de una empresa (pública) porque le iban a hacer una auditoría. Me negué y un compañero lo hizo. No estoy de acuerdo con las acciones de mi jefe por aquel entonces ni del compañero que las ejecutó, pero no les juzgaré a ellos pues sólo estoy en situación de juzgarme a mi.
Creo firmemente que debemos ser cuidadosos con lo que hacemos y que debemos actuar siempre en conciencia de lo que creemos que está bien. Nuestras acciones tienen efectos y hoy en día, la informática otorga mucha capacidad a los que la controlan. Además, la gente que trabajamos en tecnología tenemos la suerte de que hoy por hoy, podemos elegir nuestro trabajo pues la demanda de profesionales es altísima. Todo esto nos da un gran poder y como todos los amantes de Spiderman saben: un gran poder conlleva una gran responsabilidad.
Pero bueno, hablar del bien y del mal es muy fácil y “gratuito”, es mejor hablar de cosas concretas. Miremos, por ejemplo, el código deontológico de los ingenieros informáticos colegiados en el Colegio Profesional de Ingenieros en Informática de Andalucía. No os miento si os digo que no conozco a ni un sólo informático que no haya incumplido alguna de las normas «básicas» que ahí se establecen. Yo el primero de todos, que quede claro. ¿Y vosotros? ¿Las habéis cumplido todas siempre? ¿A rajatabla? ¿Y la gente que conocéis? Me apostaría una caña a que haciendo memoria alguna ocasión se os ocurre.
Probáblemente, que nadie cumpla dicha deontología quiere decir que lo que esta marca difiere mucho de lo que la mayoría cree que es ético o no y es que, como decía al principio, la ética es un tema muy subjetivo.
Además, aún con sus 8 páginas de normas, creo que la mencionada deontología se deja cosas en el tintero porque por ejemplo no tendría ningún tipo de aplicación en los casos que vimos al principio de Google, Amazon y Microsoft.
Quienes conocemos las 3 leyes de la robótica, sabemos que es mejor tener poca cantidad de normas suficientemente generalistas que nos permitan aplicarlas en cada caso. También es cierto que si habéis leído a Asimov sabréis que surgen excepciones constantemente que provocan que te cuestiones si esas leyes son correctas, pero en la gran mayoría de los casos funcionan adecuadamente.
De cualquier modo, creo que podemos seguir su ejemplo para tener una deontología informática que sea de aplicación en la mayoría de los casos:
- No emplees tus conocimientos y habilidades para hacer algo que te parezca que está mal.
- Si gracias a tus conocimientos y habilidades puedes hacer algo por cambiar algo que está mal, hazlo.
- En cualquier situación que no esté afectada por los puntos 1 y 2 intenta hacer el mejor trabajo que puedas con los recursos a tu alcance.
Creo que siguiendo estas tres “leyes” la evaluación de cada situación se puede simplificar bastante. Los dos primeros son egoístas ya que, aunque ayudarían a que devolvamos a la sociedad un poquito de lo que nos da, también nos ayudarán a dormir mejor por la noche. El último, aunque pueda parecer el más obvio, también hay que tenerlo muy en cuenta para que no se nos olvide hacer siempre el mejor trabajo posible.
¿Cómo lo véis? ¿Estás sí que podéis decir que las habéis cumplido siempre?