Querido diario:

Hoy me ha escrito Pedro, aunque le he dicho mil veces que apenas miro el WhatsApp, pero bueno. Era para ver si quedábamos para tomar algo y, claro, lo he visto ya tarde cuando me iba a dormir. Sé que las 20h no es una hora muy normal para irse a dormir, pero yo me caigo de sueño, no es algo que pueda evitar.

Cuando le he dicho que acabo de ver el mensaje, me ha dicho que entonces otro día. Le he intentado explicar lo que creía que ya sabía: 1) no puedo ir a tomar nada, 2) apenas salgo de la cama, 3) no estoy para hacer esfuerzos y 4) menos ahora que ya me he acostumbrado a estar solo y menos por alguien que no estuvo cuando le necesité. Que esta «intención» de apoyo una vez al mes está genial, pero llega un par de años tarde y si un día puedo genial pero no me esforzaré por él. Yo necesitaba apoyo cuando tanto él como otras personas me negaron ayuda y todos, de un modo u otro, me mandaron a la mierda.

Se ha enfadado, claro. «Siempre tienes alguna excusa», «cuando te dije eso fue hace mucho»… ya lo sé, fue hace mucho. Me he pasado todo este tiempo 24/7 solo, nos ha jodido si no lo voy a saber.

En fin, no estoy yo para preocuparme por los enfados de la gente. Creo que bastante he hecho al no enfadarme yo con las barbaridades que me han dicho, que han sido muchas y muy variadas. Creo que la joya de la corona se la lleva uno que, llamándome amigo, y habiéndole pedido varias veces que viniera a verme e intentado iniciar conversaciones por el maldito WhatsApp para ponérselo fácil, cuando por fin lo veo (de casualidad), me dice lo mucho que se alegra de verme y que pensaba que para estas alturas ya me habría suicidado… Valiente amigo si pensaba eso de verdad y nunca hizo nada. En fin…Creo que yo, en su lugar, en otras ocasiones me he comportado de manera distinta. Siempre he intentado ayudar a quienes lo han necesitado si ha estado en mi mano (a esos que me indicaron el camino a la mierda también). No me ha temblado el pulso para coger el teléfono o conducir 1000 km si era necesario. Pero tampoco los juzgo. Habrá a quienes no les importe y habrá quienes no sepan o sean impotentes.

Autor: Javi López G.

Arquitecto/desarrollador, creativo, buscador de nuevas soluciones y modelos de negocio, crítico constructivo y ex muchas cosas