Querido diario:
Susana me ha contado que ha encontrado un hobby que le motiva mucho.
Hace un tiempo me enseñó algunas cosas que estaba haciendo por probar y le animé a publicarlo ¡y fue un bombazo! En pocos días tenía a un montón de gente animándola, a quienes les encantaba lo que estaba haciendo. Cómo me alegro.
Sí que es cierto que espero que no sea una espada de doble filo y que se llegue a obsesionar con complacer a desconocidos, pero de momento es algo en lo que centrar la atención y no pensar en las cosas malas. Me alegro un montón, y más sabiendo que he puesto un minúsculo granito de arena para que esté un poquito mejor, que bastante tiene. Todavía sirvo para algo, aún puedo ayudar de algún modo.
Yo hace tiempo que sé que necesito algo en lo que ocupar la mente, no es bueno estar sin hacer nada, pero desde luego no puede ser nada de las viejas cosas. No puedo leer enterándome de lo que hago, ni ir al monte y ni mucho menos escalar o bucear o ir a un concierto. He intentado ver alguna película, pero soy incapaz de enterarme a no ser que sean películas que ya haya visto mil veces. Los dibujos para niños que siempre son iguales tipo Doraemon también me valen y como no, mi queridísima Hora de Aventuras siempre es una salida. Es perfecta: derroche de surrealismo, capítulos de 11 minutos, muy poca intrahistoria en cada capítulo y me habré visto la serie completa más de 10 veces. Es un win sin sorpresas, pero me sabe a poco. No hay mucha variedad en esa lista.
Y la música… sigo pagando Spotify llevando más de un año sin ser capaz de escuchar música, pero siempre ha sido parte de mi, no me rindo.
He probado alguna cosilla, a hacer cosas con las manos cuando no me duelen mucho y puedo estar sentado… tendré que seguir buscando.