Querido diario:

Sin acritud. 

No juzgo a nadie, cada cual actúa como lo hace por sus propios motivos. Ya sea un médico que te trata mal o pone cosas que no son ciertas en un informe sin tener en cuenta que eso tiene grandes implicaciones en tu futuro. Ya sea un amigo por el que habrías puesto la mano en el fuego y te mandó a la mierda cuando le pediste ayuda. Ya sea esa pareja a la que le dijiste que necesitabas que tirase del carro y el carro se paró.

Todos tomamos nuestras propias decisiones y no conozco la situación de todo el mundo como para ponerme en su pellejo y atreverme a juzgarles.

Me conozco a mi, sé lo que he hecho hasta ahora y desde luego sé el tipo de persona que quiero ser e intento actuar en consecuencia.

Algunas veces, en relación a algún problema ajeno, me han dicho “¿sabes que eso no es tu responsabilidad?”. Por supuesto que lo sé, pero conociendo el problema y pudiendo hacer algo si no lo hiciese ¿qué tipo de persona sería? ¿Cómo me sentiría?

Sí es cierto que en muchos sentidos, estando enfermo te ves muy limitado tanto física como mentalmente para ayudar a nadie, pero a veces hay pequeñas cosas que he podido hacer y han resultado positivas. Y eso es egoísta eh, lo hago por mi, porque me acerca a la persona que quiero ser, porque me deja satisfecho conmigo mismo, porque me sentiría fatal si no lo intentase.

Por favor, recuérdamelo si algún día se me olvida, que siempre me dirija hacia esa persona que quiero ser aunque lo tenga todo en contra.

Autor: Javi López G.

Arquitecto/desarrollador, creativo, buscador de nuevas soluciones y modelos de negocio, crítico constructivo y ex muchas cosas