Muchas veces nos enfrentamos a la necesidad de generar ideas, ya sea para solucionar un problema que no tenga una solución directa, o para crear o mejorar un producto. Sea cual sea el objetivo hay algunas normas que podemos seguir:
- No juzgar: Cuando estás generando ideas, ya sea sólo o en grupo, es muy importante no juzgarlas, por varios motivos. En primer lugar si estás en modo creativo no tiene sentido parar todo el tiempo que requiere una evaluación completa. Además no hay que desmoralizarse (ni a uno mismo ni a nadie). Por tanto, si estás generando ideas nada de «eso es una tontería».
- Todo vale: Digamos que esto es un refuerzo de lo anterior. Hay que poner encima de la mesa absolutamente todo lo que se te pase por la cabeza, ya que aunque estés seguro de que es algo que no vale por el motivo que sea, esa puede llevarte a ti o a otra persona a pensar en la buena buena, así que es importante que sea lo que sea lo plantees.
- Desorden: El desorden ayuda mucho a que el cerebro se ponga en modo creativo, así que busca momentos o espacios alternativos para darle vueltas a ese problema.
- Usa las manos: Hacer manualidades ayuda a pensar. Puedes garabatear dibujos, hacer papiroflexia, jugar con una goma o tirar una pelotita. En realidad, cualquier cosa que provoque usar otras partes del cerebro ayudará.
- Sólo no puedes, con amigos sí: Siempre es mejor hacerlo con más gente. Las ideas de uno pueden retroalimentar las ideas de otro. Además, con perfiles (estudios, experiencias, culturas) distintos se tiende a pensar en cosas distintas.
La próxima vez que tengas que darle vueltas a algo intenta poner todo esto en práctica y todo será mucho más fácil.