Algunos ven el futuro negro, otros quieren un futuro verde, pero cada vez estoy más convencido de que el futuro es transparente. Transparente en cuanto a que las cosas estén claras, transparente en cuanto a no esconder e ir con la verdad por delante. Vamos a ver algunos ejemplos.
Históricamente en este país se ha guardado mucha información de manera celosa. En cuanto a salarios, facturación, procedimientos, etc.
Por ejemplo, en cuanto a salarios (que puede ser lo más evidente) las empresas no acostumbraban a transmitir la horquilla salarial a la hora de publicar una oferta de trabajo. ¡Es más! En algunas empresas era casi un tabú que los empleados comentasen entre ellos lo que ganaban. En contraposición, cada vez se ven más ofertas con todos los detalles relevantes, entre ellos el salario que se ofrece. Sin ir más lejos, hace un par de semanas que la empresa Corunet hacía públicos en su web los distintos perfiles y planes de carrera incluyendo no sólo lo que esperan recibir si no también lo que dan.
En el mundo técnico ya hace tiempo que es más habitual ver que la gente y las empresas comparte su modo de trabajar, de organizarse, etc. Todo el mundo comparte su adaptación de Scrum (o de su metodología en cuestión), cuenta lo que le funciona y lo que no le ha funcionado, o que arquitecturas montan y lo más importante: los porqués.
De hecho, algunos sistemas, como el OKR al que tanto tiempo le está dedicando últimamente Javier Martín en Futurizable, plantean la utilidad de exponerse. En el caso de OKR son los objetivos, el hecho de que sean públicos permite que todo el mundo los pueda conocer y que así sepan en qué estás. Además así pasarán de ser un compromiso contigo mismo a un compromiso con todos.
Pero hay gente que va más allá y muestra sus cartas en cuanto a negocio, muestran el camino que pretenden andar y los resultados de los caminos andados. Un gran exponente de este nudismo es David Bonilla quien cuenta todo sobre sus proyectos (ver La Bonilista o Manfred). También hay muchas startups que hacen gala de su desnudez y aportan una información brutal para cualquiera que pueda estar interesado en su negocio ya sea como competencia, inversión, empresas afines en busca de sinergias, etc.
Por mi parte, siempre he creído que la vida es más fácil cuando cuentas las cosas como son, con sus puntos buenos y sus puntos malos. Es algo que ya hacíamos en GPMESS y que intento hacer publicando claramente los precios de mis servicios o presupuestos de proyectos que he hecho.
¿Y vosotros y vuestras empresas? ¿Os desnudais a menudo? Cualquier dato ya sabéis que es bienvenido en los comentarios, twitter, LinkedIn, por correo o cualquier otro canal que os parezca. Saber cómo los demás trabajan, cuáles son sus sistemas, su modelo de negocio o su facturación, nos es útil a todos para no perder el tiempo y para saber cuales son los caminos adecuados permitiéndonos a todos caminar juntos.