Hipotecados 001

-Yo sólo fumo porros.

-Y alguna raya de spiz.

-Eso, eso. Y las litronas, ¡que te las apalancas siempre! Anda, trae pa acá.

-Bueno, pero el tema aquí en cuestión es que las drogas duras te anulan y evitan que luches contra la opresión estatal.

-Ya estamos -contestó Paco mientras pasaba el litro a Rober -Tom, Tom, Tom, no empieces con tus paranoias de los libros ¿Quién te oprime a ti?

-No son sólo los libros, ya lo dice el Evaristo: «Si allí tienen a la Tatcher, aquí tenemos a Ardanza».

-¡Pero vamos a ver!-Paco agarró con fuerza la nuca de Tom y pegó su frente a la de él-¿Qué mierdas me estás diciendo de Ardanza? ¿Ahora somos vascos? ¡Mira!- Se despegó y empezó a girar con los brazos extendidos- ¡Estamos en la puta Inmobiliaria! Aquí no mandan ni Ardanza ni la fulana esa, aquí mandan los putos yonkis y los hijoputas de los maderos cuando vienen a incordiar.

-En eso tiene razón Paco, aquí gobierna el Díaz después de que se la jugaran al Rodriguez. Lo echaron como a un perro.

-Va, ya se la había jugado ese antes al Hormachea. Ese si que apunta maneras, hacedme caso. Pero bueno, que da igual quién mande. El tema es la anulación del ser y la opresión estatal, sea de quien sea. Mira cuando entran las lecheras, a los yonkis no se los llevan, se llevan a los mineros que dan guerra.

-Bueno, el otro día se llevaron al Pitu.- Rober lanzó la litrona vacía al otro lado de la pista donde reventó y se hizo añicos.

-Ya Rober, pero eso fue porque le había dado un tirón a una vieja y la tiró al suelo. Si es que cuando están con el mono ni miran.

-Ya te digo, puto cáncer el caballo.

-Venga, Rober, no empieces tú también. ¿Qué hacemos hoy, chavales?

Todos los superhéroes que existen – Rubén Fdez

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Este es un comic creado por  thefdez para todos aquellos a los que les gustan los superhéroes, o les odian, ¡incluso para aquellos a los que les resultan indiferentes!

A través de las páginas de esta grapa se hace un repaso, si no de todos, de muchos superhéroes famosos con una visión crítica e irónica que consigue sacarte una risa continuada.

¿Alguna vez has discutido sobre si son mejores los de Marvel o los de DC? ¿O como funcionan los poderes de un súper? ¿O las peculiaridades de un universo específico? Todo esto y más tendrás ¡y sin pelearte con tus amigos!

¡Tras una primera lectura sólo puedo criticar que no haya ya un segundo número!

El no-espacio

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Curiosamente, aunque infinitas especies supuestamente inteligentes de infinitos universos han logrado adivinar que existían infinitos universos con pequeñas diferencias unos de otros, ninguna ha sido capaz de acercarse a lo que hay entre ellos, o a lo que en realidad no-hay.

En el no-espacio no hay nada, pero en esa nada se destila desde cada universo las cosas que sólo existen en la imaginación de los distintos seres que lo habitan. Así, si un pájaro recordaba una fresa que había visto en una primera pasada sobre una huerta, esta no se materializaba en el no-espacio. Sin embargo, si una madre le contaba a su hijo un cuento sobre personas que vivían en el interior de fresas gigantes en las que hacían hueco a mordiscos, esta fresa imaginada se desmaterializaba espontáneamente fuera de los límites de la realidad para poder plasmarse en la imaginación de esa madre y ese niño.

En el no-universo las cosas no-pasan. Así que la materia se desmaterializa, y una vez descompuesta en sus más pequeños elementos un gran dragón se la descome dando como resultado la materia originalmente imaginada. Es algo imposible de imaginar por ninguna de las infinitas especies supuestamente inteligentes de los infinitos universos con pequeñas diferencias unos de otros, puesto que si llegasen a imaginárselo se daría la contrariedad de que el no-espacio debiera desmaterializarse dentro del no-espacio y ningún dragón podría descomer tal infinitud.

Cada uno de los infinitos dragones se alimentaba de la materia desmaterializada de un grupo infinito de universos, pero un infinito menor al de los universos totales existentes, está claro.

Estos dragones no eran como, los dragones que la especie que se denomina a sí misma como «humanos» en infinitos universos, solían describir. No tenían garras, ni alas, ni escupían fuego. Estos «humanos» habrían dicho que se parecen a las babosas marinas, moviéndose sin moverse, flotando sin flotar, pero claro, de dimensiones universales.

Dado que el no-espacio es imposible de imaginar y por tanto de describir, dejémoslo en que es el no-lugar en el que no-ocurren las cosas imposibles pero imaginables desmaterializadas por la imaginación de los seres que viven en los distintos infinitos universos.

El discreto encanto de la máquina de Turing – Greg Egan

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Esta obra de ciencia ficción del popular autor Greg Egan, es un relato «corto» de sólo 66 páginas.

Antes de nada he de aclarar que el pdf tiene algún problema de maquetación que hizo que la conversión a kindle no fuera perfecta y en 4 o 5 puntos se saltaba algunas palabras, lo que ha dificultado su lectura y puede haber influído en mi opinión general.

El texto es original de 2017, pero en abril de este año se publicó una traducción que el propio autor enlazó desde su cuenta de Mastodon (@gregeganSF).

A Spanish translation of one of my stories, “El discreto encanto de la máquina de Turing”, is now online at:

cuentosparaalgernon.wordpress.

2025-04-16, 11:24 19 compartidos 19 favoritos

La historia sigue a Dan, un teleoperador que se queda en paro y observa como toda la sociedad está siendo desbancada por sistemas de inteligencia artificial mientras él se preocupa por mantener a flote a su familia.

El planteamiento es de rabiosa actualidad y la premisa se va planteando con calma y presentando hechos que inicialmente parecen no tener conexió unos con otros.

Dan se quedó sentado inmóvil durante diez o quince segundos, pero la pura fuerza de la costumbre lo arrancó de su estupor: si la pantalla estaba apagada, era hora de marcharse.

Sin embargo, cuando llega el momento del giro, del descubrimiento, el momento en el que tienes toda tu atención al máximo, el autor lo explica todo en palabras del propio Dan cuando le cuenta a su mujer lo que está pasando.

Esa resolución tan anticlimática deja un mal sabor de boca, pero no desmerece la historia que es interesante y te hace preguntarte cómo sería un mundo así, y si no estaremos por casualidad dirigiéndonos hacia esa misma dirección.

En comparación a otros textos del mismo autor, creo que esté aprobaría pero no sería notable, aunque sí que me ha dejado con esa sensación de «me gustaría saber más sobre ese universo» que me haría atacar a cualquier secuela.

Ayer viví

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A continuación os comparto unos versos totalmente desestructurados que intentan transmitir ese sentimiento que a veces se apodera de mí, con sus cosas buenas y malas. Probablemente no tengan nivel ni para una carpeta de instituto, pero ¡ea! Ahí que os van:

Ayer viví 
rápido y lento,
intenso a veces
y a veces sin quererlo.
Viví agobiado, frustrado 
e incluso con miedo.
Viví de risas,
viví sin prisa,
viví en la mar
y donde me llevó el viento.

Ayer baile y cante
y jugué mil juegos.
Corrí, salté 
y pinté con los dedos.
Ayer olvidé 
y atesoré recuerdos,
dulces y amargos, 
vacíos y plenos.
Ayer soñé 
fantásticos cuentos.

Ayer amé 
precipitado y lento.
Amé con furia, 
amé intenso.
Amé sin querer
y sin querer queriendo. 
Ame muchas y a ninguna.
Amé con miedo.
Amé, amé y amé. 
No me arrepiento. 

Ayer viví,
ayer jugué,
ayer amé…
Pero hoy ya no puedo

Una vida que te cagas – Alazne Gardeazabal

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Este libro, comic, historieta, tebeo, novela gráfica… escrito e ilustrado por Alazne Gardeazabal (alias Crohnica_) muestra la vida de una paciente de Crohn, la propia autora.

Con un toque de humor muestra muchas de las cosas que han de vivir y soportar los pacientes crónicos (de Crohn o de lo que sea), y a ellos seguro que les saca una sonrisa mientras que a sus «amigos» y familiares les puede ayudar a entender y empatizar (y quizá también se rían, que es muy sano).

Me ha gustado un 10 sobre 10, y al menos lo volveré a leer otras 10 veces.

Escuchamos pero no juzgamos

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«Escuchamos pero no juzgamos» ese era el mantra que se repetía constantemente en el grupo de ayuda pero, al menos para mí, era imposible no juzgar, vamos, no me jodas.

Había un gordo que pesaría más de 150 kilos el muy cabrón. Se desbordaba por los lados de la silla que misteriosamente soportaba el exceso de peso sólo arqueando un poco sus patas. Contaba como cada día caía y acababa con toda la comida basura que tenía en la despensa y que el repartidor del super se encargaba amablemente de reponer. Ese maldito gordo no tenía un ápice de autocontrol, ni de amor propio. ¡Por Dios santo! Debería hacerle un favor y coserle la boca para que no pudiera deglutir nada más en su vida. El maldito vago tendría que vivir encadenado a una cinta de correr para quemar todo el exceso de grasa que le supuraba por los poros.

¿Y qué me dices de la vieja y fea que lloraba por no poder parar de masturbarse pensando en el marido de su mejor amiga? «Escuchamos pero no juzgamos». ¿Es en serio? Si no se hubiera pasado la vida pensando en sus malditos gatos tal vez podría haber encontrado un buen hombre, que hay muchos españoles que se tienen que casar con perupas por no encontrar buenas mujeres de aquí.

«Escuchamos pero no juzgamos». Valiente tontería. Y pensar que el estúpido del juez me haya obligado a perder el tiempo en esta tontería para evitarme pagar la multa. ¡Guapo va si pensaba el muy imbécil que iba a darle un sólo céntimo para que el Perro Sánchez se lo gaste en el Falcon!

Yo sí que habría sido un buen juez, aprovecharía para meter un buen paquete a todos esos perroflautas filoetarras que hay siempre en la terraza del Reynolds, que ni una cerveza a gusto se puede tomar ya uno.

La próxima semana me van a escuchar pero bien toda esa panda de desgraciados hippies ¡y que juzguen si quieren! A ver si me voy a tener que avergonzar yo por haberle puesto un ojo morado a la muy puta. ¡Si no le gustan los clientes españoles que se quede en su país a morirse de hambre! Yo pago y tengo mis derechos. Agradecida debería de estar de tener un cliente guapo como yo.